martes, 5 de octubre de 2010

EL DILUVIO UNIVERSAL







Está escrito que el hombre es el único ser que tropieza dos veces en la misma piedra: pues esta vez fueron los dioses del Miño los que quisieron organizar un segundo diluvio universal. Y así fueron juntados a los animales por parejas y dirigiendolos por la inundada selva hacia el ansiado arca. Pero como en esta vida todo se ha modernizado, algunos se organizaron por trios para mejor llevar el largo y pesado trayecto, y algunos pocos, los más animales de todos, hasta se aventuraron a hacerlo en solitario.

La épica que toda maratón conlleva, enarboló sus mejores galas este pasado domingo para ofrecer el dantesco espectáculo de los esforzados luchando contra los elementos. Un aguacero sin piedad caía sobre la ciudad de las burgas, cuando se dió la salida a la carerra. Allí estuvieron una vez más los nuestros, los bravísimos atletas valdeorreses del Club ADAS, para dejar muy alto el pabellón de nuestra tierra. Los primeros en alcanzar la meta fueron los integrantes del relevo formado por Oscar Ramos, J. A. Capelo, y Javier F. Vega; un poco después llegarían Diego Babarro, Enrique González y Manuel R. Teijero, y casi pegados a ellos el relevo compuesto por Marco Rodrigues, Abraham Vega y Alvaro Alejandre. En la categoría individual consiguieron alcanzar la meta, Ricardo Vieites y Carlos Revuelta, y por último en la andaina también finalizó nuestro superveterano Paco Bao.

Otros valdeorreses que se dejaron ver por la andaina cumpliiendo como jabatos fueron los empresarios del sector de comercio Martín y Juanín.

Y durante muchos kms compartimos sudores con nuestro buen amigo Santi Hitos, llegado desde Navarra, ¡cargado con seis kilos de nueces orensanas! ¿Es o no es, este un deporte de locos? Tal que si llegamos a llevar la bicicleta, para volver a O Barco nos hubieramos hecho un triatlon¡¡¡¡

2 comentarios:

roberto tanco dijo...

vaya maquinas.

Aver si me escapo y corro alguna carrera por vuestra region cuando empieze a preparar la proxima marathon

roberto tanco

helsinki dijo...

Gracias, Roberto, siempre serías bien recibido en esta tierra, y sería un lujazo contar contigo en cualquier carrera. Un abrazo
Carlos